Cita en Hawaii

«A veces el amor tiene caricias frías, como navajas de barbero.»

Por los suelos

Sé que tengo esto un tanto abandonado últimamente. En las siguientes fotos podéis hallar alguna pista de por qué:

¿Otra?

¿Que qué es esto? Mis libros por los suelos. En casa estamos cambiando las estanterías. Antes de instalar las nuevas, hay que desmontar las viejas y vaciarlas. Sacar los libros y ponerlos en algún otro sitio. Y en esas estamos. Los pasillos, la cama del cuarto de invitados (donde están tomadas las fotos), los rincones todos de la casa se han visto invadidos por rimeros y rimeros de libros que pacientemente esperan el momento de volver a ocupar un huequecito en una balda como Dios manda.

Y mientras tanto, no sabéis la desolación que me produce verlos así. Mis libros, por los suelos. Mi corazón, acumulando polvo con ellos.

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34 pensamientos en “Por los suelos

  1. Gracias por la recomendación, Ignacio, lo leí hace muchos años. Sigue así, cultivando tu gusto literario, que no vas por mal camino.

  2. Mmm… ¿Qué tipo de libros lee? Yo le recomiendo uno, se llama Si esto es un hombre, de Primo Levi. Trata sobre el testimonio de este último en los campos de exterminio en Auswitch, durante la Segunda Guerra Mundial.

    Saludos

  3. A la hoguera, como en esta página sobre literatura (entre otras cosas):

    http://www.elhacedor.com/index.php?option=com_content&view=article&id=57:los-libros-y-la-hoguera&catid=54:literatura&Itemid=73

    O también, en la versión cutre de estos inútiles (intentando quemar un libro que, además se titula Chapeau), en lo que parece una urbanización de adosados de las afueras de Madrid, y acompañados por su madre o su abuela. Qué diría el Califa Omar.

    Un saludo.

  4. Gracias por el interés, sigo vivo. Las últimas noticias son: casi todos los libros que han sobrevivido al expurgo (¡¡¡gracias, Vicky, Elvira, Laura, José Luis e tanti quanti!!!) están ya en su sitio, por fin, gracias sean dadas a los dioses.
    Lo que pasa es que, junto a los libros, han salido a pasear unos cuantos miles de millones de papeles, facturas, fotos y porquerías diversas que también reclaman atenciones y mimos, aunque en su mayoría se están llevando trituradora de papeles y reciclado.
    Pero aquí seguimos. ¡¡No podrán conmigo!!
    P.S.: Y algunos más, Ignacio, y algunos más.

  5. ¿Todos esos libros se los ha leído?

    Saludos

  6. Mmm… Parece que, efectivamente, esto de los libros te tiene muy liado. Espero que, al menos, la escarda progrese…

  7. ¿Cómo van los libros?, ¿ya tienen un sitio o todavía están por los suelos? 😦

  8. Desde luego, te juntas con cualquiera… ¿Y para eso te hemos dado una educación? Anda que…

  9. Eduardo, le pregunto a Flippy, a Paco León, a Mariano Peña jajaja y a más gente que no han editado aún.

  10. ¿Eres la pava que grita al final? Pues si te descuidas, te quedas sin cinta para intervenir. A ver si la próxima tienes un diálogo mejor, criatura.

  11. A ver si reconoces mi voz 🙂

    Ha sido mi 1ª vez jajaja

  12. Usted toméselo con calma.

  13. Bueno, Julia, poquito a poco todo va encontrando su lugar, pero aún me quedan un buen puñado sin colocar. Y sobre tu visita, pues qué quieres que te diga, que siento no haber estado. Otro día avísame antes y te digo cuándo tengo hueco y tomamos café.
    Por cierto, ¿qué tal te va todo? Imagino, espero, deseo que muy bien. Ya me contarás.

  14. ¡Pues sí que has tenido que estar ocupado con tantos libros! Espero que les hayas encontrado un huequito ya.
    Por cierto, el otro día estuve en el instituto y me pasé por la biblioteca, pero no estabas 😦

  15. ¡Que alegría verte por aquí, Sary! Pásate cuando quieras, ya sabes dónde encontrarme: raro será que no me pilles en la biblioteca.
    En cuanto a usted, L.B., ya hablaremos de esa afición suya a saquear Roma sin despedirse siquiera. Huuummmmm…

  16. Vaya, vaya, vaya.
    Me paso por aquí y mira con lo que me encuentro. Mi querido ex-profesor dejando sus libros y su corazón por los suelos. Voy a tener que pasarme por ahí para darte un gran gran abrazo y compartir el peso de ese polvo endemoniado ò_ó

  17. Yo, si no hay más remedio, haría el esfuerzo de quedarme con alguno… jeje

  18. ¿Ves como tú también eres un sentimental, maño? («sonrisa Patán», el ácido can del siempre ineficaz malvado Pierre Nodoyuna).
    En cuanto a usted, jovencita… Como dijo aquél, que hablen de mí, aunque sea mal.

  19. No hombre, que no es mala fama 🙂 es fama exagerada jejeje.

  20. Evidentemente NO estaba la rayuela gozosa entre los eliminados.

  21. Ángel, espero que uno de ellos no haya sido el que te mandé yo, je, je 😉

    Y Vk’, quedas anotada como futuro hogar de acogida. Y sobre tu blog, fíjate la hora que es y acabo de llegar después de las evaluaciones. A ver si luego le echo un vistazo, y si no, el fin de semana más tranquilito.
    Por cierto, sé positivamente que no todo lo que lees es basurilla. Que ya nos conocemos, moza. Desde luego, vaya fama que me gasto, joé.

  22. Pues ayer finalmente no, pero hoy me he puesto manos a la obra, y han caído tres. Qué liberación, chico…

  23. ¡¡Pobrecitos tus libros!! Yo encantada les hago sitio en mis estanterías a algunos, y así no podrás quejarte tanto de que sólo leo basura (cosa con la que no estoy de acuerdo) 😉

    PD: espero que te guste mi blog, aunque no creo que sea el tipo de cosas que te gustan leer 😦

  24. ¡¡Vale, vale!! ¡¡Que no cunda el pánico!! Haz exactamente lo mismo que cuando te entran ganas de trabajar: siéntate y espera a que se te pasen. 😉

  25. No. No me queda esa sensación… casi nunca. Y nunca si son envíos institucionales. Mi señora, en cambio, es casi incapaz de desprenderse de un libro regalado, justo por lo que tú apuntas… Hace unos días tiré (literalmente) dos o tres, y ganas me dan de ponerme esta tarde otra vez…

  26. Sí, si estoy de acuerdo, pero… ¿no te queda un regusto a traición al desprenderte de un libro que alguien te regaló con toda su buena fe (aunque, desde luego, demostrando no conocerte lo más mínimo, ni a ti, ni a tus gustos)? A mí todavía me cuesta. Es que soy un sentimental.

  27. Gracias por la precisión. En casos como estos de las bitácoras tengo la (mala) costumbre de escribir de memoria, sin ahondar mucho tampoco en ella (que además es flaca) y sin comprobar detalles… Prometo enmienda. De todas formas, y abusando de nuevo de la memoria, me parece que el narrador monterrosino sólo conseguía deshacerse de unos veinte… Lo mejor, creo yo, es no ser demasiado clemente ni misericordioso con los libros. Todos esos que a uno le regalan y no le interesan nada o casi nada, aquellos otros que compramos una vez en un baratillo, o en un kiosco, por la purísima emoción de verlos súbitamente en el expositor, pero que luego, ¡ay!, se nos enfrían en el espíritu, como la mecedora esa de Umbral… Esos los agradecerán mucho en un rastrillo benéfico. Las amputaciones de ese estilo liberan. Al menos es lo que me sucede a mí. Si no, al final somos nosotros los esclavos de los libros.

    Salud y ánimo.

  28. Quinientos no creo, no van a ser tantos, pero sí un buen puñado, cien o así.
    Te edito el título: «Cómo me deshice de quinientos libros» (de Movimiento perpetuo). Y no, no sé aún por dónde va a salir todo esto.

  29. A ver si te va a pasar como en un cuento de Monterroso, creo que se titulaba «Cómo deshacerse de quinientos libros». Te lo digo por propia experiencia…

  30. Sí, por favor!! No me importa que me dones algunos… jejeje. Of course, cuando tengas la lista me la pasas, please.

  31. Si ese es el problema, Elvira, todo esto viene por la falta de espacio, que si no, de qué.
    De hecho, estoy haciendo un montón con los libros de los que me voy a desprender, no me queda más remedio que hacer una «donación». Tengo pensado hacer una lista con los títulos, por si a alguien le interesa alguno de ellos. ¿Te la mando cuando la tenga?

  32. Madre del amor hermoso!!! Qué locura!!
    Pero qué alegría que tengas tantos libros… Al menos tienes espacio en casa!! Otras lo tenemos más chungo, un par de cajas debajo de la cama porque no tengo espacio para otra estantería.
    BESAZOS.
    Y ánimoooooo!!!

  33. No te lo puedes ni imaginar.

  34. Qué trabajera…

Nos encantaría conocer tu opinión sobre esto…